GENETICA PRE MENDELIANA:
La explicación de los procesos mutacionales a través de los cuales se formo el homo sapiens.
Investigación de la aparición de mutaciones. Entralgo (1978)
Se conoce que desde tiempos remotos, el ser humano procuraba la cruza de animales fuertes para que la descendencia tuviera las mismas características. Limón (2003) Hay ciertas ideas que las antiguas civilizaciones tenía sobre la herencia, y aunque no hay registro de ellas, si hay pruebas de que ellos las aplicaban
Los caracteres que Gregor Mendel observó en sus experimentos se reproducían en todas las generaciones de guisantes. Pertenecían a una especie comestible y habían sido seleccionados cuidadosamente por los agricultores durante años. Eran lo que se conoce como una especie pura.
Mendel inventó un procedimiento para controlar la genealogía de los guisantes. Como cada flor tiene parte masculina y femenina… Cuando quería cruzar una planta de una variedad de guisante con otra diferente, cortaba los estambres de la primera planta y espolvoreaba el polen de la segunda planta en el pistilo de la primera.
Nosotros nos vamos a fijar únicamente en un carácter: semillas que dan lugar a plantas gigantes y semillas que dan lugar a plantas enanas, pero debe quedar claro que obtendríamos los mismos resultados si nos fijásemos en cualquiera de los otros siete caracteres.
Cuando Mendel cruzó las dos especies, gigante y enana, obtuvo una generación (la primera generación F1) de individuos iguales. Este fue su primer descubrimiento. Aunque él esperaba obtener plantas de un tamaño intermedio, todas las plantas de guisantes fueron gigantes. Al ver estos resultados, llamó dominante al carácter "gigante", y al "enano" lo llamó recesivo.
Repitió los experimentos para convencerse de que se obtenía la misma descendencia de padre gigante y madre enana que de padre enano y madre gigante. Y observó que era igual quién fuese el padre y quién la madre: los cruces de gigante y enano siempre producían descendientes gigantes.
Genetica mendeliana
Las leyes de Mendel (en conjunto conocidas como genética mendeliana) son el conjunto de reglas básicas sobre la transmisión por herencia genética de las características de los organismos progenitores a su descendencia. Constituyen el fundamento de la genética. Las leyes se derivan del trabajo sobre cruces entre plantas realizado por Gregor Mendel, un monje agustino austriaco, publicado en 1865 y en 1866, aunque fue ignorado durante mucho tiempo hasta su redescubrimiento en 1900.
La historia de la ciencia encuentra en la herencia mendeliana un hito en la evolución de la biología, solo comparable con las leyes de Newton en el desarrollo de la física. Tal valoración se basa en que Mendel fue el primero en formular con total precisión una nueva teoría de la herencia, expresada en lo que se llamaría «leyes de Mendel», que se enfrentaba a la poco rigurosa teoría de la herencia, por mezcla de sangre. Esta teoría aportó a los estudios biológicos las nociones básicas de la genética moderna.1
No obstante, no fue solo su trabajo teórico lo que brindó a Mendel su envergadura científica; no menos notables han sido los aspectos epistemológicos y metodológicos de su investigación. El reconocimiento de la importancia de una experimentación rigurosa y sistemática y la expresión de los resultados observacionales en forma cuantitativa mediante el recurso de la estadística ponían de manifiesto una postura epistemológica novedosa para la biología.2 Por eso, Mendel suele ser concebido como el paradigma del científico que, a partir de la meticulosa observación libre de prejuicios, logra inferir inductivamente sus leyes, que constituirían los fundamentos de la genética. De este modo se ha integrado el trabajo de Mendel a la enseñanza de la biología: en los textos, la teoría mendeliana aparece constituida por las famosas tres leyes, concebidas como generalizaciones inductivas a partir de los datos n